Los niños de todo el mundo creen en milagros y cuentos de hadas. Por eso ha surgido una buena tradición de escribir cartas a Papá Noel en vísperas de Navidad y Año Nuevo. Niños y adultos escriben al buen mago sobre ellos mismos, sus logros, le piden algunos regalos y, lo más importante, quieren ser escuchados y esperan una respuesta, para luego decir con orgullo: “Papá Noel existe, él mismo escribió”. ¡Envíame una carta!
Este tipo de cartas se envían a Papá Noel desde hace más de cien años.
Según news.un.org, cada año, en la segunda quincena de diciembre, carteros de diferentes países sacan de los buzones millones de cartas dirigidas a Papá Noel, Papá Noel o San Nicolás. Según la Unión Postal Universal, en 2006, por ejemplo, había seis millones y la cifra va en aumento. Él mismo, por supuesto, no puede responder a todos los niños, pero tiene asistentes en todo el mundo: desde Finlandia hasta Nueva Zelanda.
Por ejemplo, el Servicio Postal de Estados Unidos responde a las cartas de niños dirigidas a Papá Noel desde 1912.
Los carteros finlandeses son los que reciben la mayor cantidad de mensajes para Papá Noel y le escriben niños de 150 países.
En Canadá, Santa ha recibido casi un millón y medio de cartas de niños. Además, todo lo responden sus asistentes, los "elfos", cuyo papel asumen los empleados del Correo Canadiense. El programa Cartas a Santa ha estado funcionando en Canada Post durante 30 años. Allí, 11 mil empleados responden a las cartas.